martes, 17 de abril de 2012

Sobre elefantes y cazadores

Estos días se está dando mucho bombo al hecho de que el rey estuviese cazando elefantes en África.
No voy a entrar en la conveniencia o no de que el rey se vaya a cazar con la que está cayendo en España, para mí la monarquía en un país es tan útil como un cenicero en una moto.
Sin embargo, para muchos lo realmente abominable es el hecho de que estuviese cazando elefantes. Muchos movimientos ecologistas ven todo tipo de caza como un ataque contra la naturaleza cuando la realidad es que en el estado actual de ciertos ecosistemas es un mal necesario. Algunas especies, como los jabalíes en la Península Ibérica, proliferan en parte por falta de sus depredadores naturales y en parte por el relativo éxito en la regulación de la caza furtiva y del mercado negro de marfil. Si unimos ese "exceso" de elefantes a la creciente presión de las explotaciones agrícolas sobre los parques naturales y la falta de recursos de los paises, esto convierte la caza de este exceso de población de forma regulada en una fuente más de ingresos para poder mantener dichos espacios naturales, si se paga más por cazar a un elefante que a un ñu eso depende de la ley de la oferta y la demanda. Lo importante es que no se de caza un animal más de los que sean necesarios. Por otro lado estoy seguro que al elefante le dará igual morir de un tiro que morir de hambre o sed después de haber agotado sus recursos y el de resto de animales de la reserva.
Hoy en día, el elefante no está en riesgo de extinción como lo estaba hace tan solo veinte años pero sigue en peligro, pero su problema actual no es la caza, es la elimitación de su  hábitat.

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